En esta tercera edición sobre rentas veremos las diferencias entre las temporales y las perpetuas. En los ejemplos que hemos estado viendo estas dos últimas semanas veíamos que cobrábamos un salario durante diez años, ese es el ejemplo de una renta temporal porque es durante un tiempo definido. Las perpetuas son por ejemplo las pensiones por jubilación, o esos premios de "Te pagamos 1.000€ para toda la vida" (por cierto, en este tipo de premios, si os dan la opción de daros el dinero ahora, aunque sea un importe menor, cogedlo. Imaginaos que esa empresa por un casual desaparece, os quedáis sin vuestro premio, más vale tenerlo en vuestra cuenta corriente y vosotros lo gestionaréis después como queráis).
Puntualizar que como es una renta infinita, no podemos calcular el valor final porque, precisamente, está en el infinito. Centrándonos en un ejemplo, imaginaos que queréis saber el valor actual de vuestra pensión de, pongamos, 10.000€ al año y que el tipo de interés es el 2% como hemos visto en otros ejemplos. Pues bien, se calcularía de la siguiente manera:
Como veis, para calcularlo hemos tenido que aplicar un límite cuando el tiempo (n) tiende a infinito (porque es una renta perpetua) sobre una renta actual que hemos visto en otras ocasiones. Si aplicamos ese límite nos sale (1/i) y luego es simplemente rellenar con los datos que tenemos.
Si los pagos de esa pensión se hiciesen de un modo prepagable, con los mismos datos, la fórmula sería la siguiente:
Al igual que en otras ocasiones, si realizamos la operación en prepagable, el importe es superior. Cuando nos toca cobrar, salimos ganando, pero si es un préstamo que tenemos que devolver, nos conviene más el pospagable.