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He creado este blog para acercar a la gente unos breves conocimientos sobre economía, de tal manera que puedan llegar a entender ciertos aspectos del día a día del ámbito económico.

Las publicaciones que hago van relacionadas bien con conocimientos económicos, para que os sean más cercanos, o bien con artículos de opinión. Estos últimos son variados, pudiendo ser críticas sociales o comentarios sobre noticias y declaraciones que hayan estado surgiendo en los medios.

Las fuentes de las que obtengo la información es o bien de periódicos especializados en economía o bien de libros universitarios o bien de mi propia experiencia. Si alguien ve algún error, por favor no dude en comunicármelo y así podré corregirlo, al igual que si queréis que realice alguna entrada en especial.

Por último agradecer los comentarios que recibo por email, gracias por vuestro apoyo!!

martes, 13 de noviembre de 2012

Los CFD: definición y ejemplo práctico

Un CFD es un Contrato por Diferencias, o por sus siglas en inglés Contract For Difference. Es un derivado financiero y su nombre se debe a que se intercambia la diferencia del precio de un activo financiero, en el momento de apertura y en el momento de cierre del contrato.

Se caracterizan por su elevado apalancamiento, esto es que invirtiendo 100€ es como si estarías jugando con 1.000€, por lo que tus beneficios o pérdidas se verían incrementados con una inversión relativamente escasa.

Antes he dicho que se trata de un derivado financiero. Significa que tu no compras o vendes acciones como tal, sino que tu apuestas sobre qué precio tendrán en una fecha determinada, sin poseer las acciones. 

Son una de las causas de que la Bolsa se desplome tan rápidamente, ya que se puede ganar, y se gana muchísimo, cuando una acción baja. En junio de este año, la CNMV, órgano rector de las bolsas españolas, prohibió el uso de todos aquellos derivados que permitiesen la operativa a corto (ganar con las caídas), y en estas últimas semanas han vuelto a prorrogar esa prohibición otros tres meses en vistas a que si ya nuestra Bolsa es muy volátil, con los derivados en juego, puede ser una desastre. Ahora veremos por qué, pero antes de nada, tengo que decir que hay que recordar que con los CFD se puede apostar sobre el comportamiento de una acción o materia prima, sin la necesidad de ser propietaria de ella, como ocurre con las acciones.

Imaginemos que la Bolsa está baja y que un valor, por ejemplo Iberdrola, está en mínimos históricos a 2,63€ y quiero invertir aprovechando que está bajo. Un inversor que no conoce los CFD, compraría acciones, pongamos que tiene 1.000€, luego le darían 380 acciones, pasando a ser accionista de Iberdrola y con derecho a recibir unos dividendos, si es que se reparten al final del ejercicio. De esta manera cada vez que suba un céntimo la cotización, el inversor ganará un céntimo. 
Una persona que no busca dividendos y lo que quiere es no esperar meses o incluso años para obtener alta rentabilidad, compraría CFD. Con esos mil euros, al poder apalancarse, es como si estuviese invirtiendo 10.000€, por lo que por cada céntimo que suba la acción, el inversor obtendrá diez céntimos. Eso si, no tendrá derecho a dividendos ya que no tendría acciones como tal. Pasado un tiempo, si queremos cerrar la posición, lo que debemos de hacer es vender el CFD, la posición quedará cerrada y habrás ganado o perdido más en menor tiempo. OJO!! que si la acción baja un céntimo, estarías perdiendo diez céntimos, por eso hay que tener muy presente que a más rentabilidad, mayor será el riesgo y menor su liquidez.

Ahora es cuando la cosa se complica. Imaginemos la situación contraria, Iberdrola está en valores de 2007, a 9,25€ y nos damos cuenta que la fiesta de seguir creciendo indefinidamente se va a acabar y el valor va a caer estrepitósamente. Entonces, un inversor normal lo que haría sería vender sus acciones y evitar que se quede sin nada. Este inversor deberá de esperar hasta que el ciclo bursátil vuelva a tener una tendencia alcista, hasta entonces, se olvidará de la Bolsa y verá con orgullo cómo él evitó quedarse en la ruina. 
Una persona que invierta en CFD lo que hará será "vender" un contrato de CFD y cuando llegue a mínimos históricos, "comprará" un CFD para cerrar la posición. Es como si el mercado te dejase vender algo que todavía no has comprado. De tal manera que puedes "vender" a 9,25€ algo que vas a "comprar" a 2,63€, por lo que habrás ganado 6,62€. Considerando que vas a invertir 1.000€ y que juegas con 10.000€ al ser un producto apalancado, habrás obtenido 6,62x10=66,2€.

Lo óptimo es lo siguiente: en épocas en las que el mercado bursátil está por los suelos, hay que comprar acciones para que te vayan reportando dividendos poco a poco y hay que comprar CFD para ir obteniendo rentabilidades altas por cada céntimo que suba la acción. En épocas en las que la Bolsa vaya a caer, hay que deshacerse de las acciones que tengamos y "vender" CFD, aprovechando la caída y así, cuando el mercado esté por los suelos, deshacemos la posición "comprando" esos CFD y con el dinero obtenido compramos acciones y compramos CFD para cuando vuelva ha subir. Yo para acordarme siempre digo que hay que "venderlo todo cuando se está arriba" y "comprarlo todo cuando se está abajo". También comentaros que los productos derivados es algo muy serio, en el que te pueden dar grandes alegrías pero grandes disgustos, hay que conocerlos antes de invertir en ellos, por eso, acudid a vuestro banco a preguntar sobre cómo operar con ellos (y no os preocupéis, el banco no gana si tu pierdes, ya que sus ingresos van en función de las comisiones que te aplican cuando compras o vendes, y en los CFD las comisiones son todavía más bajas que comprando acciones normales).

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