Los fondepósitos son fondos que invierten en depósitos, principalmente a depósitos con un plazo inferior al año y están altamente diversificados dado que como mucho pueden tener el 20% de su cartera en imposiciones a plazo fijo de una misma entidad, y el resto se cubre con renta fija pública.
La principal ventaja es la fiscalidad (los depósitos tributan al 19% sobre los intereses, en cambio en los fondepósitos no tributan hasta que no se liquida por completo la inversión), ya que tienen todas las ventajas de un depósito y además al ser fondos, no les penaliza el cambiar a otra cartera con un reparto entre renta fija y renta variable distinto. Por otro lado las comisiones son muy bajas y como ya hemos explicado antes, la diversificación es intensa, al igual que su liquidez.
Que un producto sea líquido significa que cuanto más lo sea, más fácil será comprarlo y venderlo en los diferentes mercados.
Por el lado de los inconvenientes es que es un producto que aunque tiene ya su recorrido en los mercados, está volviendo a resurgir y las entidades ofrecen rentabilidades más altas con los depósitos. Pero el principal inconveniente a mi modo de ver es que no están adscritos al Fondo de Garantía de Depósitos que expliqué hace pocas semanas.
Por otro lado están los ETF (Exchange-Traded-Funds) que son fondos de inversión cambiaria y que no son fondos de inversión como el resto que conocemos. Los ETF se dedican a replicar un índice bursátil y se puede operar como si de acciones se tratase, comprando y vendiendo en el mismo día y por supuesto su valor varía según la oferta y la demanda existentes en cada momento. Su principal ventaja es que las comisiones de gestión que aplica son bajas si las comparamos con otros fondos. Otra ventaja es que nos permite invertir en metales, empresas o conjuntos de empresas que operan en los índices SP500, MSCI South Korea Index y en el Xinhua China 25 Index. Hoy en día se ha popularizado por ser un producto que se puede amoldar para ser apostado a favor o contra un índice, esa versatilidad es muy atractiva para los inversores.
La principal ventaja es la fiscalidad (los depósitos tributan al 19% sobre los intereses, en cambio en los fondepósitos no tributan hasta que no se liquida por completo la inversión), ya que tienen todas las ventajas de un depósito y además al ser fondos, no les penaliza el cambiar a otra cartera con un reparto entre renta fija y renta variable distinto. Por otro lado las comisiones son muy bajas y como ya hemos explicado antes, la diversificación es intensa, al igual que su liquidez.
Que un producto sea líquido significa que cuanto más lo sea, más fácil será comprarlo y venderlo en los diferentes mercados.
Por el lado de los inconvenientes es que es un producto que aunque tiene ya su recorrido en los mercados, está volviendo a resurgir y las entidades ofrecen rentabilidades más altas con los depósitos. Pero el principal inconveniente a mi modo de ver es que no están adscritos al Fondo de Garantía de Depósitos que expliqué hace pocas semanas.
Por otro lado están los ETF (Exchange-Traded-Funds) que son fondos de inversión cambiaria y que no son fondos de inversión como el resto que conocemos. Los ETF se dedican a replicar un índice bursátil y se puede operar como si de acciones se tratase, comprando y vendiendo en el mismo día y por supuesto su valor varía según la oferta y la demanda existentes en cada momento. Su principal ventaja es que las comisiones de gestión que aplica son bajas si las comparamos con otros fondos. Otra ventaja es que nos permite invertir en metales, empresas o conjuntos de empresas que operan en los índices SP500, MSCI South Korea Index y en el Xinhua China 25 Index. Hoy en día se ha popularizado por ser un producto que se puede amoldar para ser apostado a favor o contra un índice, esa versatilidad es muy atractiva para los inversores.
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